El caucho es calentado y comprimido en un molde mediante una prensa, el material adopta la forma de la cavidad dando como resultado la pieza final. Este proceso es adecuado para bajos y medianos volúmenes de producción donde no se requieran tolerancias muy estrictas, como por ejemplo piezas voluminosas, juntas tóricas, retenes...
El caucho se calienta y es alojado en una cavidad llamada “cámara de transferencia”, de modo que al cerrar el molde el compuesto se transfiere a una cavidad donde se forma la pieza. En el molde se realiza el proceso de vulcanización ya que está equipado con un sistema de calefacción. Este proceso es muy utilizado para encapsular o encerrar elementos tales como bobinas, clavijas, circuitos integrados, conectores, enchufes, etc.
Este proceso es la mejor opción para la producción de grandes volúmenes de piezas pequeñas que requieran tolerancias estrictas. En este proceso, el caucho es calentado e inyectado en las cavidades del molde donde adquiere la forma deseada creando la pieza final. Existe gran cantidad de productos fabricados por este proceso como juntas, conectores eléctricos, soportes anti vibratorios y muchos más productos.
El caucho es forzado bajo presión a través de una matriz o troquel resultando un perfil continuo. Los perfiles pueden tener gran variedad de formas y se pueden fabricar con una gran variedad de caucho.
Hay gran diversidad de piezas de caucho y caucho-metal presentes en multitud de sectores como por ejemplo en automotor, construcción, climatización, telecomunicaciones, electrodomésticos, maquinaria, ferroviario, electrónica, aeronáutica ...
En base a la composición y propiedades del caucho, se puede distinguir muchos tipos como NBR, HNBRM, ACM, EPDM, CR, FKM, PTFE, MVQ ...
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